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Meditación guiada:

·· Recordar las vivencias del día y convertirlas en positivas ··

Medit guiada

En relación al artículo anterior, te traigo una meditación guiada que puede colaborar con el proceso de integrar la técnica de Prātipakṣa Bhāvanā, a la vida cotidiana. Si no conoces en qué consiste esta técnica yóguica, te recomiendo que revises el artículo correspondiente aquí.

 

La práctica de la que te hablé, una técnica de Raja Yoga, consiste en el cultivo de las cualidades opuestas, generalmente positivas, en nuestro interior para evitar las profundas huellas que dejan los pensamientos o emociones negativas en nuestro interior.

Y aunque puede parecer sencilla, es una práctica que conlleva sus dificultades.

Porque, para empezar…. ¿cómo practicar el cultivo de ciertas cualidades positivas si ni siquiera somos conscientes de la mayoría de pensamientos y emociones que atraviesan nuestro cuerpo-mente a lo largo del día? Entonces, ¿cómo ocuparnos de ellas?

La práctica de yoga, en cualquiera de sus múltiples técnicas y vertientes, favorece el desarrollo de esa conciencia sobre una misma.
Con una práctica continuada empezamos por darnos cuenta de nuestro cuerpo, de que respiramos, de todos los pensamientos que sacuden la mente, de las reacciones automáticas que se alejan de nuestro control, etc. Y con la práctica, logramos ‘pescar’ alguno de esos pensamientos o emociones por más tiempo y somos capaces de seccionarlas y de deshacer la maraña del ovillo, para hallar su causa.

Pero esto requiere conciencia, constancia y voluntad. Y en este mundo vertiginoso, inmediato y agitado que hemos creado, pocas veces logramos hacer confluir estas 3 cualidades. ¡Aunque nunca es tarde para ponerse manos a la obra!

 

Esta meditación guiada que te propongo es muy sencilla y, en cambio, muy efectiva para empezar a trabajar en hacernos conscientes de nuestras acciones, reacciones y emociones.


Consiste en
recordar y revivir el día en sentido inverso, y pretende que nos dediquemos un tiempo al final de cada jornada para repasar los eventos, sensaciones y pensamientos que han tenido lugar y en los que nos hemos visto inmersas.

El objetivo no es analizar ni juzgar a nada ni a nadie, sino fijarnos en las sensaciones positivas o negativas que nos ha dejado la vivencia. Si la sensación es agradable, la intensificamos, y dejamos que recorra todo nuestro cuerpo, mientras inhalamos y exhalamos.

En caso de que la huella haya sido negativa o desagradable, es muy útil reflexionar acerca de si dependía de nosotras una actuación diferente, para un final más armonioso. Si es así, tomando conciencia de ello, y mediante la visualización, podemos tratar de convertir esa sensación desagradable en su opuesto agradable, con ayuda de nuestra respiración, sintiendo que el fluir de la respiración consigue ir aflojando la intensidad de la emoción.

La vida es un constante aprendizaje. Y el más útil aprendizaje es el que proviene de nuestras propias experiencias.

No deberíamos acostarnos ningún día, manteniendo un pensamiento negativo en nuestro interior, o al menos, sin haber sacado algo positivo de él. 

Así, esta meditación es una manera sutil y sencilla de soltar densidad y carga a nivel emocional que, en ocasiones, deviene la más pesada de todas.

Link a la meditación guiada: https://youtu.be/Zo-7QgnUy1M

 

Hari OM
Mònica