El Kichari (también puedes encontrarlo escrito como ‘kichadi’ o ‘kitchari’) es un plato tradicional, básico dentro de la medicina Ayurveda. Es una combinación muy nutritiva y a la vez ligera, lo que la hace apta para todos los doshas (Vata, Pitta, Kapha) y constituciones. Es considerada de cualidad sátvica, neutra.

Es una receta polivalente por su amplio abanico de indicaciones, lo que la hace indispensable en tu recetario. Puedes preparar Kichari si sientes pesadez en el cuerpo después de algunos días de excesos alimenticios, o para recuperarte de alguna enfermedad que haya dejado debilidad en el organismo y está muy indicada también para niños y ancianos por su ligereza y suavidad.

Su uso más reconocido dentro de la terapia ayurvédica es en procesos depurativos, de limpieza y desintoxicación, especialmente en las épocas de transición estacional, primavera y otoño, que son los períodos más adecuados para realizar estas dietas depurativas.

Kichari limpia la carga de toxinas (Ama, según Ayurveda) estancada en tu organismo, y estimula tu sistema digestivo regularizando tu fuego o capacidad digestiva (Agni), te aporta ligereza física, claridad mental y una vitalidad renovada. Se considera que disminuye el envejecimiento celular.

Esta deliciosa herramienta ayurvédica se elabora con judías mung (mung dahl), arroz basmati, especias, verduras de temporada (o según constitución personal), y ghee (mantequilla clarificada). Las judías mung son fuente importante de proteínas, vitaminas (grupo B), fibra y minerales.

Puedes jugar con la textura del plato modificando la cantidad de agua, de legumbres y arroz.
El dosha Vata agradece una textura más suave y caldosa, lo que la hará más digestiva, y un toque final de ghee y pimienta negra.
El dosha Pitta requerirá menor cantidad de jengibre rallado y pimienta, a cambio de mayor cantidad de cilantro y semillas de coriandro.
Para Kapha dosha puedes incrementar la cantidad de especias en general, su digestión lo agradecerá, pero trata de minimizar la cantidad de ghee y aceite utilizado.

Puedes preparar Kichari de vez en cuando, o incluirlo de manera habitual en tu rutina alimenticia semanal, o realizar una monodieta durante un tiempo más prolongado, de 3 a 7 días, un par de veces al año, coincidiendo con los cambios estacionales. En este caso, puedes cocinar la receta por la mañana y tomarla tanto en desayuno, comida y cena durante el número de días escogidos.

A continuación te dejo un modelo de receta, pero puedes variarla a tu gusto, o ir combinando diferentes verduras y especias durante la monodieta, para no caer en el aburrimiento durante el proceso y hacerla más entretenida.

Ingredientes (para 4 personas)

1 taza de arroz basmati (lavarlo bien antes de incorporarlo)

1 taza de judía mung (mung dahl), (no es preciso remorjarlas si son partidas, pero sí lavarlas muy bien antes de incorporarlas)

4-6 tazas de agua (ajustar cantidad según la textura final deseada)

2-3 cucharas soperas (c.s.) de ghee (mantequilla clarificada)

1 hoja de laurel

½ cucharada de café (c.c) de semillas de mostaza

1 c.c. jengibre fresco rallado.

2  c.c. semillas de comino (o molidas)

1 c.c. semillas de hinojo (o molidas)

1 c.c. semillas de coriandro (o molidas)

1 c.c. de cúrcuma molida

½ c.c de pimienta

1 c.c. de asafétida (hing) (opcional, tiene un olor muy penetrante, pero grandes propiedades)

Cilantro fresco (o perejil, en su defecto)

2 tazas de Verduras (escoge según la temporada) cortadas en daditos y hojas verdes en tiras.

Sal al gusto (preferiblemente al final de la cocción)

Preparación (tiempo total: 40 minutos)

En una olla saltea las especias en el ghee a fuego lento (excepto el cilantro que se reserva como toque de decoración final). Deja que las especias vayan soltando su aroma y propiedades durante un minutito, removiendo y vigilando que no se quemen (si las añades molidas, saltéalas un tiempo menor). Agrega las judías mung y el arroz al ghee y saltéalos. Incorpora el agua, llévalo a ebullición y a continuación baja a fuego medio. Tapa la olla y deja que se vayan cocinando el arroz y la legumbre.

Mientras tanto, lava y trocea las verduras seleccionadas y añade las más duras, o de cocción lenta, al momento, y reserva las más blandas, o de rápida cocción, hasta pasados unos 15 minutos de cocción.

Cuando todos los ingredientes estén blandos, y se haya alcanzado la textura deseada (más o menos caldoso según gusto o constitución), retira del fuego, y si lo deseas, añade otra cucharada de ghee o aceite de oliva virgen por encima. Sala al gusto si no lo has hecho previamente y remueve el conjunto. Sirve los platos y decora con las hojas troceadas de cilantro.

Nota: No es necesario que uses todas las especias, puedes jugar con ellas y sacar o añadir las que desees, a tu gusto.

¡Espero que disfrutes!